La larga lucha sostenida por los sindicatos del HUC, y principalmente por el SOC, hacen dar marcha atrás al acuerdo entre el Gobierno canario y al Cabildo por el que el Hospital perteneciente a la Corporación insular sería absorbido por el Servicio Canario de Salud. La representación minoritaria que el Cabildo tendría en el Consejo de Administración, junto a la falta de garantías futuras sobre los derechos laborales y la financiación, finalmente, hicieron reconsiderar a ambas administraciones que, además  venían soportando la presión que diversas entidades sociales venían desarrollando contra el acuerdo.