Tras haber clausurado el Cabildo el servicio de Inspección que el INSALUD (Ministerio español de sanidad) tenía ubicado en el Hospital General para que sus asegurados pudiesen acceder a sus servicios, las oficinas son trasladadas al cercano Hospital del Tórax, creándose largas colas de usuarios que se extendían por las calle adyacente a la espera de ser autorizados por el ministerio de Sanidad para recibir asistencia en el hospital del Cabildo. La corporación insular presionaba así al Ministerio de Sanidad para que le abonase la deuda y mejorase la compensación económica por atender a los asegurados de la Seguridad Social en sus dependencias.