Ésta es la refinada frase que el american führer emplea, según confiesa, cuando los dirigentes de diversos países lo llaman para arrodillarse ante sus aranceles. Nada nuevo. En Europa no importó que, en su primera legislatura, el führer hablara de “países de mierda” porque sus dirigentes y su población creyeron que se refería a países pobres, principalmente africanos, y a lo mejor estaban de acuerdo con él. Pero ahora descubren que no es así sino que el american reich no ha superado la fase anal y a todo lo que no sea EEUU, lo considera un país de mierda que tiene que besarle el culo.
Cuando el führer dice estas verdades, su audiencia se parte de risa. Hace 90 años el pueblo alemán hizo lo mismo: votó a otro führer y le rio las gracias; luego, con las consecuencias, los alemanes dejaron de reírse. Quizá los yanquis también se pongan serios de aquí a nada.
Aparte de los propios fascistas, sólo las personas muy ignorantes niegan aún el auge del fascismo y su presencia en varios gobiernos bajo el aliento del nuevo reich. Nada que no ocurriera en la Europa del siglo XX. Hubo, hasta hace 3-4 años, ilustres profesores expertos en fascismo en las universidades norteamericanas que negaban que esta ultraderecha supuestamente libertaria fuera el nuevo fascismo; pero luego lo vieron dando golpes de estado en EEUU y en Brasil y ya no lo niegan. Lejos de ello, se están exiliando en Canadá, ese futuro estado 51.
Los primeros que han acudido a besarle el culo a su führer son aquellos que lo idolatran y cuyo futuro está en sus manos. El genocida sionista, en un ejemplo de dignidad propio de su estatura moral, acudió en persona y se arrodilló ante él. El presidente que eligieron los argentinos ni siquiera fue recibido; tendrá que lamer algún culo menor que se le indique porque el del führer no está al alcance de todas las lenguas. La fascista italiana será la próxima; el resultado puede ser espectacular.
Entretanto, para sorpresa de nadie, China ha dicho que ellos no besan culos. O no está en las costumbres orientales o no son un país de mierda, sino uno capaz de responder con aranceles equivalentes a los que el führer imponga. Resultado de ello ha sido que el ser todopoderoso ha propuesto negociar. Si esto lo hubiera dicho Xi Jimping, en el Reich habrían hablado de que China estaba sacando la bandera blanca. Pero como lo ha dicho el violento cantamañanas la prensa libre hablará de su magnanimidad, o algo así.
La hecatombe que va a sufrir el pueblo norteamericano, responsable de la elección de tan prodigioso ser, va a ser bastante más espectacular que la nada menor tragedia de muchos pueblos acosados por él. Los alemanes supervivientes a 1945 podrían contarles lo que vendrá.
Entretanto, dado mi conocido aprecio por Felipe González, he pedido cita a mi psicólogo porque llevo unos días coincidiendo con sus opiniones. De momento, sólo lo ha llamado: “Imbécil, necio, matón de patio de colegio y mercachifle”. ¡Ánimo Felipe, que este puede ser tu momento “OTAN, de salida sí”!