La reunión de la Mesa Sectorial de Sanidad del pasado fin de semana en la que se abordó la crisis en el sector sanitario, no despejó ninguno de los interrogantes ya existentes antes de tal encuentro, al contrario la reunión entre los sindicatos y el consejero sanitario oficializó la continuidad de lo que Intersindical Canaria define como la mayor crisis que ha sufrido la sanidad pública canaria. Se desvela por tanto que el Gobierno y su presidente Clavijo, más que buscar una alternativa de financiación que pudiese parar la caída libre en la que se encuentra el sector, ha puesto un parche momentáneo para políticamente ganar tiempo, pero que la realidad laboral y asistencial romperá en breve plazo.

Tras sincerarse en esta reunión, el Consejero de sanidad asumió que la partida extraordinaria de 50 millones de euros, y tal como ya había manifestado Intersindical Canaria, es manifiestamente insuficiente, tanto que es incapaz de precisar el grado de continuidad asistencial y laboral sanitaria que se podrá dar en los próximos meses, y por tanto, fue incapaz de fijar un compromiso preciso para dejar sin efecto los drásticos recortes avanzados por los gerentes de la sanidad pública a los diferentes organizaciones sindicales. Lógicamente, esta posición dista mucho de la promesa hecha durante su toma de posesión para ir recuperando las inversiones perdidas durante estos últimos años.

Otro de los aspectos a resaltar, es a juicio de Intersindical Canaria son los antagonismos y resentimientos existentes en el pacto de Gobierno y más concretamente entre el Consejero Morera y una parte del Gobierno con Clavijo a la cabeza. Morera lamentó haber sido engañado por el Gobierno en cuanto a la financiación prometida para gestionar la sanidad. El mantenimiento de estas importantes divergencias entre los miembros del Gobierno, no escondidas por Morera en la reunión, continuarán teniendo unos efectos letales para la sanidad.

Las portavoces de Intersindical Canaria en la reunión, recriminaron a la Administración sanitaria el caso omiso a las propuestas que le han hecho llegar la representación sindical para superar la actual crisis sanitaria, sobre todas aquellas que, dirigidas tanto al sector sanitario como al conjunto de la administración pública, producirían un importante saneamiento de las cuentas públicas y posibilitaría recuperar inversiones para el sector. Estas tienen que ver con la racionalización del número los cargos de confianza, recuperación de las actividades cedidas al sector privado, supresión de inversiones en empresas creadas por el Gobierno de nulo beneficio e interés público. Pero principalmente, destinar a la sanidad con carácter de urgencia parte de la dotación económica proveniente del impuesto del Tráfico de Empresas (IGTE), tal como han reclamado varios grupos parlamentarios. Pero también, determinación y autoridad para exigir al gobierno de Madrid una justa inversión para los servicios públicos, objetivo hasta ahora condenado al fracaso con el servilismo que el ejecutivo de Clavijo dispensa a Madrid.

Hay que resaltar que un sector de la representación sindical (principalmente CC.OO) manifestó una sorprendente “comprensión” con el Consejero, motivo por el cual y, objetivamente, cualquier intento movilizador o de protesta de carácter unitario va a ir acompañado de dificultades. En estas circunstancias Intersindical Canaria va a hacer depender cualquier postura de presión de la opinión previa que manifiesten los trabajadores en los trabajadores.