Nancy Pelosy se ha ido de viaje ¿Por qué? Porque le sale gratis. Si tuviera que pagar los pasajes de su bolsillo a lo mejor se lo habría pensado. Pero son los contribuyentes norteamericanos quienes pagan. En el fondo el viaje se lo pagamos todos.

Nancy Pelosy se ha ido de viaje ¿Para qué? Para provocar a China. Dado que ella es incluso más vieja que Joe, no lo hace para competir en unas futuras elecciones presidenciales de su país. Nop. Se trata de una provocación del imperio americano como las que estuvo haciéndole a Rusia durante 30 años metiéndole la OTAN con la pistola cargada bajo la barbilla.

Finalmente, Putin apartó la pistola de un manotazo y ahora lo pagan los pueblos cuyos gobiernos jugaron a provocarlo para contentar al amigo americano. Y eso, exactamente eso, es lo que quiere EEUU que haga Xi, apartar la pistola y perder la razón. Si eso ocurre, los chinos de Taiwán pagarán con sus vidas el viaje de Nancy y la imprudencia de sus dirigentes, pero eso no importa.

Siempre se dijo que la OTAN fue creada para mantener a los americanos dentro, a los rusos fuera y a los europeos debajo. Pero en la hora de su decadencia EEUU venderá cara la pérdida de su hegemonía. Ahora quiere que la OTAN se resignifique como “Organización de Todos los que Apoyan a Norteamérica”. Les molesta ver que los chinos ya no se quedan en China fabricando barato. No entienden que se hayan convertido en ciudadanos del mundo y que los países pobres prefieran las inversiones chinas a los golpes de Estado norteamericanos.

Los grandes imperios coloniales iniciados en Europa y nucleados hoy en EEUU no entienden que ya el resto del mundo no compra su historia de buenos y malos, y que andar provocando, creando coaliciones militares, imponiendo bloqueos criminales y amenazando, sólo contribuye a acelerar su caída. Taiwán es una isla que siempre fue china y está a 250 Kms de las costas de China continental, pero a 12.600 Kms de la Casa Blanca. Diles a los argentinos que no tiene nada que ver con las Malvinas.

Si el viaje de Nancy no surtiera los efectos deseados, no dudo que EEUU puede declarar su disposición a ceder armamento nuclear a Taiwán. Ahí sí que sí. China no tendría más remedio que invadir porque recuperar la isla le puede costar un millón de muertos antes del armamento nuclear, pero pueden ser 40 millones después del mismo.

“No os abandonaremos” les ha dicho Nancy en su despedida, tras lo cual ha cundido el pánico en la isla porque saben que los yanquis tampoco abandonaron a los afganos en manos de los talibanes, ni a los vietnamitas en manos del Vietcong, ni a los camboyanos en manos de los jémeres rojos ¡Qué tranquilidad! Gracias, Nancy. Vuelve pronto.

Antonio Cabrera de León.

(Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la ULL)