Contrariamente a lo afirmado por la Consejera de Sanidad la situación es de emergencia sanitaria

La situación de la sanidad pública relatada en el día de ayer durante la comparecencia de la Consejera de Sanidad en el Parlamento de Canarias, no obedece ni por asomo a la realidad que en estos días padecen tanto los trabajadores como los usuarios y pacientes de la sanidad pública.
Las palabras de doña Brígida Mendoza han sido un claro insulto a la inteligencia de los canarios. El mismo día en que doña Brígida Mendoza catalogaba de -“normal y sin que hubiese que resaltar incidencias especiales en el servicio públicos sanitario”-, las urgencias de los dos hospitales de la Isla se encontraban colapsadas, con las áreas de ingresos bloqueadas, e incluso, sin espacio en los pasillos de los servicios para ubicar a los nuevos ingresos. Además, en el Hospital Universitario de Canarias, las intervenciones quirúrgicas programadas con ingreso fueron suspendidas prácticamente en su totalidad por no disponer el centro de camas libres. Para Intersindical Canaria la situación que se está viviendo principalmente en las urgencias hospitalarias es de emergencia sanitaria.
El aumento de la jornada laboral que en estos días se viene imponiendo a los trabajadores, contrariamente a aumentar la productividad tal como afirma la Consejera, ha incrementado el caos al forzar la estancia del personal en los servicios, improvisando tareas generalmente improductivas. En todos los casos, el incremento de la jornada laboral, aparte de contraria a derecho, ha sido impuesto y sin cumplir los preceptos legales como son la comunicación oficial o el preaviso de
cambio de las condiciones laborales. El malestar en los servicios es generalizado.
Aunque era altamente difícil empeorar la gestión desarrollada por sus antecesores, el resultado del trabajo realizado por el nuevo equipo de la Consejería de Sanidad, ahora agravado por los recortes presupuestarios, está siendo extremadamente nocivo para el funcionamiento de la sanidad pública. El balance es aterrador con más de mil parados a los que se les ha suspendido los contratos y otro tantos aún por cesar en sus actividades, unos 7 mil usuarios más en listas de espera, el aumento de fracasos asistenciales por desasistencia y un malestar laboral general.
Tenerife, 07 de febrero de 2012.

D. Jaime Bethencourt Rodríguez
Representante Sindical