Misma política en materia ambiental que los conservadores, misma política en materia de manipulación informativa que la derecha. Las más de 8 mil personas que se manifestaron al mediodía el sábado, 10 de junio, en la capital tinerfeña contra la destrucción territorial de Canarias y de sus costas, para el PSOE se convirtieron en 1800 asistentes, según “los cálculos” de la Delegación del Gobierno español en Canarias.

La protesta fue convocada al calor de una nueva ofensiva del gobierno canario, el Cabildo y otras corporaciones locales, junto a las constructoras, que profundiza en la agresión depredadora del conjunto de Canarias, y especialmente de Tenerife, que además persiste en el mismo sistema económico basado en el monocultivo del turismo, aumentando suicidamente la carga poblacional, el número de camas y el consumo de territorio y de recursos naturales que sufre el país canario. Un embate este especialmente alarmante ante la evidencia de la aceleración del cambio climático y sus nefastas consecuencias para el Archipiélago.

La manifestación tuvo como dianas, la urbanización turística del Puertito de Adeje, el Puerto de Fonsalía y la urbanización de La Tejita, pero también otras como el Circuito de motor de Tenerife en el municipio de Granadilla, en el que el Cabildo Insular invertirá, inicialmente, más de 60 millones de euros. Como antídoto la multitud de manifestantes clamaron, entre otras medidas, por una urgente moratoria turística, recordando que “Canarias no se vende, Canarias se defiende”.