La Federación de Salud de Intersindical Canaria ha demandado del gobierno de Canarias, la paralización de los trámites para la aprobación de Ley del Suelo y que dicho proyecto sea sometido a consulta popular mediante un referéndum vinculante entre la población canaria.  No es de recibo el talante autoritario del Gobierno (CC y PSOE) en la tramitación de esta importante norma para el futuro de Canarias.
El proyecto de La Ley elaborado por el Gobierno que pretende establecer las normas de ordenación territorial del País Canario, supone un hecho de máxima trascendencia pues tras el análisis de su contenido se confirma que abre las puertas a un desarrollo urbanístico a la carta y sin el suficiente control. La Ley del Suelo, cede discrecionalmente gran parte de las competencias sobre disciplina urbanísticas a las corporaciones locales, haciendo dejación el Gobierno autónomo de sus actuales competencias de ordenación y protección del suelo  para el conjunto del Archipiélago como un espacio territorial integral y sometido a los mismos riesgos  de desarrollismo y fragilidad.
En la aplicación del articulado de la norma, y en caso de llevarse a cabo, especial riesgo recaerá sobre aquellas actuales bolsas de suelo agrícola que a partir de la aplicación de la ley pueden ser declarados “socialmente” de interés y recalificados en urbanizables. Por otra parte, la maraña de conceptos sin suficiente definición y la indeterminación de planteamientos  jurídicos no aclarados en el proyecto de ley, tal como han reiterado los expertos, conlleva abonar el terreno para, aparte de la ambivalente interpretativa, la controversia y la judicialización de la aplicación de las normas a ejecutar. Este hecho contradice la filosofía argumentada por el propio Gobierno  para la aprobación de la ley, cuando afirma que la misma pretende la simplificación y la agilización de los plazos ante  cualquier acción urbanística  o territorial.
Intersindical Canaria lamenta la presión mediática que el Ejecutivo de Clavijo viene realizando  para intentar  neutralizar las voces contrarias a la Ley del Suelo, especialmente en aquellas situaciones en las que ha la pretendido utilizar a personajes vinculados al sector agrícola y ganadero, quienes han calificado de positivos algunos aspectos de la Ley al dar mayor permisibilidad a determinadas actuaciones en las instalaciones agropecuarias. Ese análisis, aunque fuese cierto , no justificaría el conjunto  de la aceptación del proyecto, pues, en conjunto,  cuenta con más aspectos desfavorables  que positivos para el interés general de nuestra nación.