Con el precedente de un Convenio Colectivo firmado entre los sindicatos y la patronal con una inexplicable y abusiva vigencia de 5 años pero, por otra parte, vencido en el 2023, los trabajadores de la sanidad privada continúan a la espera de que los “empresaurios” del sector abandonen su ya larga actitud de soberbia y avaricia y accedan a asumir sus justas reivindicaciones que no pretenden otra cosa que civilizar sus actuales e indignas condiciones laborales.
El comportamiento de la patronal de la sanidad privada resulta aun más incomprensible cuando recibe de forma creciente considerables partidas de dinero público mediante las concertaciones con las que el gobierno de Canarias les premia. Una misma patronal que, además, ha redoblado también sus beneficios mediante el trasvase de usuarios provenientes de la deficitaria sanidad pública que buscan solución efectiva en el tiempo a sus diferentes dolencias.
Los sindicatos, tras iniciar la negociación pidiendo a la patronal un 12% de revisión salarial, han pasado a reivindicar un insignificante incremento del 6% que la patronal también rechaza. Además, piden una racionalización de las extremas cargas de trabajo con un aumento de plantilla con la que poder atender dignamente a los pacientes.
La ruptura reciente de las negociaciones para la firma del Convenio por la intransigencia extrema de la patronal, ofertando a los trabajadores las migajas de sus multimillonarios beneficios, va a ser valorada ahora por las asambleas de trabajadores para decidir el camino a seguir.