Hemos asistido a la presentación del nuevo fichaje de la Consejería de Sanidad que liderará el equipo directivo del Hospital de La Candelaria (HUNSC): el Gerente Jesús Domingo Delgado.

Esto pone fin a unos días en los que (tras el cese de la anterior Gerente, la dimisión de la Directora de Enfermería y que el equipo directivo restante no sabía si los cambios terminarían o ellos también serían decapitados) las decisiones sobre multitud de asuntos relacionados con el funcionamiento normal del Hospital han sido aplazadas en espera de sustitutos.

Fin de la intriga, nuestro nuevo Director ha venido repleto de buenas intenciones acerca de la promoción en la implantación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, trabajo en equipo, aporte de ideas, optimización de los recursos existentes…y definiendo a la plantilla de trabajadores como eje fundamental para el éxito de su nueva campaña. Al tiempo, nos ha anunciado a Concepción Santiago como nueva Directora de Enfermería.

Tanto para trabajadores como para usuarios (los que no cesamos, por ahora…) es preocupante que los cambios en la dirección de los hospitales públicos no hayan sido por finalización de un proyecto iniciado, por alguna cuestión profesional, el inicio de un nuevo proyecto o por mejora objetiva del gestor que se pone al frente de una empresa con cerca de 5.000 trabajadoras y trabajadores y un área de influencia de unos 500.000 usuarios, todos rehenes del alto nivel de politización en un área fundamental como es la Sanidad Pública.

Observamos nombramientos que van a decidir sobre cuestiones fundamentales de nuestra asistencia sanitaria. La profesionalización, anunciada por el Consejero de Sanidad, habría que llevarla a la práctica desvinculando a estos nombramientos del partido de Gobierno, de lo contrario, corremos el riesgo de seguir siendo rehenes de las intrigas políticas, mociones de censura y espectáculos varios.

Volviendo al recurso más preciado en el HUNSC: la plantilla. Tengamos en cuenta que el importe presupuestado en el capítulo de personal ha descendido para este año a niveles del año 2.009. En estos 8 años la cartera de servicios ofertados a la población ha aumentado, para ello, se han aumentado las cargas de trabajo de forma generalizada y descontrolada, se ha abusado de la profesionalidad y buen hacer de la plantilla, se han sobrecargado de horas las jornadas anuales de trabajo, se ha restringido hasta la irresponsabilidad las contrataciones de personal o la inversión material, en definitiva, se ha puesto muy difícil que un usuario tenga garantizada una adecuada prestación sanitaria, llevando a hacer responsable al profesional de los déficits organizativos y presupuestarios a los que se ha visto sometido en su quehacer diario.

En definitiva, la Consejería nos trae esta vez muchas intenciones, menos dinero y ningún proyecto.

En estas presentaciones siempre existen los “palmeros” que tienen como único objetivo mostrar su apoyo incondicional al nuevo “jefe” a fin de conseguir nuevos “amigos” en vez de condicionar esos apoyos al inicio de una actitud de respeto hacia usuarios y profesionales. Impulsar la Prevención de Riesgos, con una Unidad de Prevención infradotada, u optimizar los recursos existentes, exprimidos hasta la saciedad en estos años, no va a ser tarea fácil sin un compromiso presupuestario realista y que esté a la altura de las circunstancias. La inexistente política de personal es otro de los retos a los que se deberá enfrentar el nuevo equipo directivo de Coalición Canaria en el Hospital de La Candelaria, veremos sus andares…