Bajo el lema “Canarias se une”, miles de personas convocadas por colectivos ecologistas y organizaciones sociales y políticas, de Tenerife y Gran Canaria, se manifestaron en ambas islas el sábado 22 de octubre, con el objetivo de «recuperar la naturaleza» en Canarias, tras los daños que le han infligido muchos macroproyectos relacionados con actividades residenciales, turísticas e industriales, contrarias al desarrollo sostenible y a favor de la especulación, la corrupción y la destrucción medioambiental en un escenario de agudización de las desigualdades sociales y deterioro de los servicios públicos por la dilapidación de ingentes cantidades de dinero público en dichos macroproyectos empresariales. Los últimos casos son los de Chira Soria en Gran Canaria y Cuna del Alma en Tenerife.

En Gran Canaria, contra la central hidroeléctrica de Chira Soria

Y suma y sigue, porque otro de esos proyectos es el del Circuito del Motor de Tenerife, una «inversión” pública millonaria para promocionar el ocio privado del motor, en medio de una crisis de conservación de los hábitats naturales y cuando en estos momentos hay 330 personas mayores ingresadas en los centros hospitalarios de las Islas que pese a tener alta médica, por su situación de dependencia y de precariedad socioeconómica familiar, no tienen alternativa a dónde dirigirse, impidiéndoseles de hecho salir de nuestros hospitales con vulneración de sus derechos sociales reconocidos en las legislaciones sanitaria y social. La misma situación afecta a personas con enfermedad mental y discapacidad, personas adultas con enfermedades degenerativas, niños y niñas enfermos en situación de semi-abandono o mujeres que sufren malos tratos, así como a personas con enfermedad y sin hogar etc.  en una situación de abandono y precariedad inadmisible para una sociedad civilizada.

Personas mayores con alta hospitalaria, sin alternativa a dónde dirigirse

Se sabe que hacen falta en Canarias hasta 8.000 plazas sociosanitarias, la auténtica inversión se tiene que hacer en una Red Pública Socio-Sanitaria, con dotación de centros socio-sanitarios y de hospitales de crónicos, que deben estar correctamente coordinados con los servicios sanitarios, con los servicios sociales y con los dispositivos asistenciales  municipales, para garantizar la continuidad de cuidados universales para pacientes crónicos, dependientes y  personas con diversidad funcional, particularmente cuando atraviesan situaciones de precariedad socioeconómica.

Está claro que ante esta situación hay que seguir apostando por la organización y la movilización, hasta acabar con el marco jurídico-político de este sistema-régimen de saqueo público empresarial que impera en Canarias. «Ese es el problema de Canarias, el marco jurídico antisocial impuesto por los empresarios, marco jurídico que autoriza y legitima el saqueo de lo público (a través de un marco fiscal y subvencionalista) ensalzando el victimismo, que se difunde y enseña como algo caído del cielo pues “somos” una RUP. No se dice nada de a quién beneficia y perjudica ese marco» como analiza el catedrático jubilado de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna Federico Aguilera Klink.

Pero, como en ocasiones anteriores, ya surgen los cantos de sirena que pretenden llevar el incremento de la organización y la movilización al molino de la “alternativa electoral”.  Tenemos que volver a insistir en que una cosa es que, al calor de las luchas, se puedan potenciar determinados proyectos políticos electorales y otra cosa es convertir al movimiento generado en una opción electoral. No se puede caer una vez más en ese error, el movimiento debe seguir como tal y el posible proyecto electoral desarrollarse en un ámbito paralelo y por tanto separado del movimiento.

El movimiento es la garantía de las transformaciones, que o se producen de modo revolucionario desde la organización y movilización social y política masiva o simplemente se quedan en la superficialidad institucional como es habitual, en un reformismo perfectamente digerible por el sistema sin que se resuelvan de verdad las grandes cuestiones estructurales. Es el caso de Podemos y adláteres que no acaban de entender que «no se puede poner una vela a Dios y otra al Diablo» adoptando ahora una posición oportunista en contra cuando se ha estado colaborando de hecho en el «secuestro» de las instituciones públicas por las oligarquías insulares, en el que tienen toda la responsabilidad los partidos políticos del sistema-régimen que por lo visto apoyan plenamente dicho marco de funcionamiento, sin plantearse ningún cambio en el mismo.

En Tenerife, defender el Puertito de Adeje y toda Canarias. 

Debemos seguir insistiendo en la necesidad de construir una confluencia surgida de las luchas y de la organización que estas generan. Luchas en defensa del territorio, conectadas a su vez con las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora y de otras capas populares a las que apuntan el movimiento obrero y distintos movimientos sociales relacionados con los derechos sociales, como las pensiones, la vivienda y la atención a la dependencia, así como, con los servicios  públicos, sanitarios, educativos y de servicios sociales, pudiendo plantearse confluir todos ellos, en todas y cada una de las islas de nuestro archipiélago, bajo la necesaria idea del “movimiento de movimientos”.

Desde un proyecto electoral y su presencia institucional se podrá colaborar con los objetivos del movimiento, pero solo ese potente movimiento podrá ser el que consiga realmente parar el saqueo público empresarial de Canarias, rompiendo su marco jurídico y las políticas que de él se derivan. 

 Arturo Borges Álamo