Repudio e impotencia dio este pasado 12 de octubre en conmemoración de los crímenes cometido por los colonialistas y criminales españoles sobre los pueblos como fueron los aborígenes canarios y los de Latinoamérica.

El soporte para tal fin fueron las espadas afiladas para cortar y arrancar culturas y riquezas e imponer su civilización como también la Santa Cruz con su biblia. Esto es lo que ha llegado hasta nuestros días, que además sigue celebrando no solo la derecha fascista-franquista, sino también la izquierda, sin cortarse un pelito.

A nadie se le esconde que con la santa justificación de que esta fiesta es por “imperativo institucional”, la izquierda entreguista se va adaptando a la reacción hasta metabolizarla y disfrutar de tal disparate de celebraciones, además, con el dinero de las arcas públicas, tal como está la situación.

No quisiera convertir esta pequeña reflexión en un cuento de marujas, como en las series o programas de las teles del poder, para embobecer las mentes y distraerlas de la miserabilidad de sus vidas, como si no pasara nada y solo se tratase de cosas que pasan por azar sobre lavida misma, sin estar tocadas por las injusticias que nos habitan.

Pero lo cierto es que el festejo se reflejó, así como una revista especializada en esto.

Pues bien, con gastos fastuosos criticados hasta por parte de los militares, se convirtió en un pase de modelitos de glamuroso vicio que han cultivado como  chochonas  de tómbola, al estilo de lo más ridículo, casposo, y vergonzoso, que como muertas de hambre esperaban la oportunidad para saciar sus más envidiosos deseos, que llevaban ocultos en el inconsciente (éste es el embrión de lo consciente) y que ahora han tenido la oportunidad de sacarlos a pasear. Lucir los trapitos, bolsitos, calzado y peinados que nunca pudieron.

Apoyando a los Borbones, en semejante pleitesía o sumisión de súbditas y súbditos, apoyando y consolidando el régimen del 78, que decían que lo iban a desmantelar, blanqueando a los ladrones Borbones, se encontraba    la izquierda rancia, desnortada, que como ya hemos dicho se justifica con el imperativo institucional.

Parte de Unidas Podemos, o lo más significante de los socios del gobierno, no cabían de regocijo, porque los caretos, expresiones corporales y en definitiva, el conjunto de ademanes, no eran, por supuesto, de estar por obligación y que pasaran el tiempo  para marcharse de tal evento de la vergüenza, sino que estaban en su salsa.

Una Yolanda Díaz que, comentaban los periodistas que cubrían el evento, dejo patidifuso al que asomara el hocico por allí, con vestido de seda de la diseñadora Purificación García Ribera, zapatos de ante de Úrsula Mascaró con ostentosas gafas de sol de diseño y, para no cansar más, como ya hemos comentado, esperaba la gran ocasión para sacar el inconsciente que venía arrastrando y nunca se atrevió por ideología, venida de gente trabajadora y de izquierdas.

Quiso, a saber, hasta competir con la reina Leticia (claro que a ésta también la preparan sus profesionales y asesores para su comportamiento cada día para que no se le escape un pedo y está más acostumbradita).

Qué casualidad que la reina Borbona, estuvo dando el ejemplo con atuendos sencillo y relajado. Claro es que tocaba así.

Pero la ministra no tuvo sentido del ridículo y se comportó como una autentica barriobajera (los pobres somos así, siempre imitando) en ese circo de buitres fascistas. Ella no tiene asesores como la reina y claro la cagó la pobre. ¡Con ella llegó el escándalo!!

Nada nos extraña que sea para Garamendi la novia ideal para la crisis, aunque nos creamos que echan pulsos por las miserias salariales que les quieren regatear a los trabajadores, solo es un juego para despistar.

Qué decir de las otras de izquierda, igualmente de diseños y glamures, Montero, Garzón con su esposa también quería mojar pan en el huevo.

A partir de aquí saldremos a las calles con pasamontañas por lo de la vergüenza ajena.

El problema fundamental es que hace algunos años Pablo iglesias verbalizaba que ninguno de su partido y miembros del gobierno tenían que participar en estos eventos, sobre todo el del 12 de octubre por conmemorar el genocidio acometido en los pueblos de Latinoamérica (aunque no nombrara al pueblo canario), nunca lo hacen porque tienen asumido que la colonia canaria, no es una colonia. Y es que los godos no tienen remedio.

Pues ahí está no solo el desfile militarista, sino la invitación de pleitesía a los Borbones ladrones y parasitos.

Otro tanto fue el desfile de la policía canaria, por el día de la Hispanidad. Servimos para lo que servimos, sin más.

Así que esta es la herencia que nos espera, derechas e izquierdas todas celebrando lo mismo, trabajando para los mismos y engañándonos para que los mismos no pierdan ni un ápice de las riquezas que son nuestras.

Rememorando a Bertolt Brecht: «Desgraciado el país que necesita héroes»

Maribel Santana