Ya casi nadie duda que tenemos a un listillo como presidente del gobierno del Estado, un término este peyorativo que, como se sabe, va dirigido a aquellos que, no sólo se consideran autosuficientes, sino que, además, piensan que el conjunto de los demás mortales son tontos de remate.

Por aquello de que, generalmente, en Canarias los males nos llegan multiplicados, también en este caso sufrimos el problema por partida doble al sumarse a don Pedro Sánchez, su homónimo del ejecutivo canario, don Ángel Víctor Torres, pero en este caso como aprendiz servil y caricaturesco de su jefe español.

Las iracundas manifestaciones del presidente y líder del PSOE, don Pedro Sánchez, afirmando que el imparable incremento de los precios es responsabilidad del presidente Putin, cuando desde hace más de dos años atrás, los trabajadores y las clases populares canarias y españolas vienen siendo asaltados con una cruda subida de la inflación, aparte de indecente, supone una ruin utilización de la guerra para blanquear la gestión gubernamental del actual gobierno del PSOE-Unidas Podemos).

Don Pedro Sánchez, ha sido incapaz de poner en su sitio a las eléctricas ladronas que desaforadamente multiplican sus beneficios económicos, al igual que ha demostrado una cobardía extrema para no tocar el bolsillo, mediante incrementos fiscales, de las grandes fortunas, bancos y empresas que, con o sin crisis, continúan obscenamente elevando sus dividendos. Sarcásticamente, nos congratula el hecho de que, por ahora, Sánchez no haya responsabilizado también a Rusia de los anoréxicos y endémicos salarios que percibimos los trabajadores del país canario. Eso sí, contrariamente a justicia social, este gobierno apócrifo de izquierdas nos oferta bonos de beneficencia para no morir de hambre.

Los recientes datos expuestos por Cáritas del Archipiélago Canarias son más que esclarecedores y vuelven a contradecir la Canarias oficial de los ejecutivos presididos por los fulleros, Sánchez y Torres, con la realidad de las islas: Unas 630.000 personas sufren exclusión social, mientras unas 125 mil viven en la pobreza.